Muchas mujeres padecen de forma crónica inflamación de los folículos del pelo, sobre todo en la zona de las ingles y las piernas, un trastorno que se debe en parte a la irritación mecánica que suponen los métodos de depilación no permanentes como el afeitado y las ceras.
Los tratamientos habituales con antisépticos y antibióticos consiguen la mejoría del proceso en su etapa aguda, pero no son eficaces a la hora de evitar su reaparición.
La depilación láser se ha convertido en el tratamiento de elección para la foliculitis crónica, donde su efecto es incluso más inmediato que la eliminación del vello debido a que el hecho de no tener que volver a tener que usar otros sistemas de depilación una vez realizado el láser, hace que ante la falta de agresiones a la piel, el propio recambio de la piel hará que las cicatrices que hubieran, se disimularán, o incluso en algunos casos, desaparecerán.