Cuando pensamos en la depilación láser nos asaltan lógicas dudas relacionadas sobre todo con la efectividad y la seguridad del tratamiento. ¿Cómo reacciona el vello tras la depilación láser? ¿Realmente eliminamos la totalidad del vello con este método? ¿Cuál es el proceso para que esto ocurra?
Tenemos que tener presente que la depilación láser es un método que nos brinda unos resultados muy diferentes de los métodos tradicionales como la cuchilla, las máquinas, ceras, cremas, etc. Se basa en la utilización de la tecnología láser para la eliminación del vello.
El láser emite una luz altamente concentrada que actúa sobre la melanina o pigmento oscuro del pelo. Produce un calor intenso que daña el folículo del pelo e inhibe su crecimiento, sin dañar el tejido circundante.
Para lograr la máxima efectividad del tratamiento el proceso se basa en el estudio individualizado del ciclo natural del crecimiento del vello. Se identifican tres etapas denominadas: anágena, catágena y telógena. En la fase anágena se forma la fibra del pelo que en su fase inicial contiene un alto grado de melanina; es la fase idónea para el tratamiento depilatorio. Luego el vello pasa por una etapa de reposo o control en la que no se cae (etapa catágena); la etapa final o telógena donde el pelo viejo se desprende dando paso a un nuevo ciclo de crecimiento (etapa anágena).
Con la realización de un ciclo completo de depilación láser logramos una reducción permanente del vello a largo plazo; por supuesto, teniendo en cuenta las características individuales de cada persona, la genética, tipo de piel, grosor del vello, entre otros. La realidad es que, tras cada sesión, el vello crece cada vez menos, más débil y más claro.
El tratamiento completo requiere de 6 a 8 sesiones aproximadamente, espaciadas la una de la otra entre 6 y 10 semanas aproximadamente. Al finalizar la sesión de depilación, generalmente, vemos que no tenemos vello en la zona tratada; aunque dependiendo del grosor del pelo de cada persona, pueden aparecer puntitos negros. Son los vellos quemados por el láser conocidos como «puntos pimienta«. En otros casos, se presentan algunas rojeces debidas a la hinchazón del folículo. También se puede dar el caso de que el vello vuelva a salir o tarde unos días más en caerse. Todas son consecuencias naturales del tratamiento y tienen su explicación.
Tomar como referente de la duración de un tratamiento de depilación láser a nuestro vecino o a nuestra mejor amiga no nos va a servir de mucho. Cada persona es diferente tanto en las características de su vello como de su piel. Su densidad, fortaleza e incluso la sensibilidad que pueda manifestar su epidermis variarán. Aspectos, todos ellos, que influirán tanto en el número de sesiones como en la posible duración de cada una de ellas.
Además, dentro de cada persona hemos de considerar las diferentes zonas del cuerpo que son susceptibles de ser depiladas. No será lo mismo realizar un tratamiento sobre la barba de un hombre que en las piernas de una mujer. Las características del vello son muy diferentes.
El tratamiento de fotodepilación no es algo que se pueda realizar de golpe y en un solo día. Incluso, cuando lo aplicamos en zonas muy localizadas como el bigote o las cejas habremos de repartirlo en varios días que, a su vez, suelen ser espaciados.
Aunque no se trata de un tratamiento invasivo, ni perjudicial en ningún caso, no es menos cierto que estamos sometiendo la piel a una exposición lumínica, en muchos casos de alta potencia, que genera calor. Esto, si no se hace progresivamente y con la prudencia requerida, puede producir irritaciones en la piel y malestar.
Por ello, todo tratamiento se divide en sesiones, distribuyendo así el proceso en fracciones que nos permiten completarlo sin provocar lesiones al paciente y con las máximas garantías de efectividad y seguridad. No podemos pensar, por tanto, que una propuesta genérica de eliminación del vello corporal en un precio cerrado y con un número de sesiones concretas pueda resultar efectiva para el espectro general de personas.
Como hemos anticipado más arriba, existen toda una serie de factores que el dermatólogo va a estudiar para darnos una orientación precisa de la duración del tratamiento total y del número de sesiones en que va a fraccionarse el mismo. Esto determinará el presupuesto personal del tratamiento que revierta nuestro problema de vello.
Entre las características que el dermatólogo debe estudiar para abordar esta estimación de la forma más precisa posible se hallan las que siguen:
Características generales de la piel. Por lo general, las pieles claras, con menos melanina, necesitarán un menor número de sesiones, aunque también suelen ser pieles más sensibles.
Pigmentación del pelo. El vello oscuro es más fácil de suprimir. El láser actúa por absorción de la luz y esta es capturada con mayor facilidad por los colores oscuros. Si a esto sumamos el contraste con una piel clara favorecemos la efectividad de cada sesión.
Grosor del pelo. Cuanto más grueso sea el folículo capilar más efectiva y rápida será la acción del láser en su eliminación.
Zona corporal a tratar. No todo el vello corporal presenta las mismas características de fortaleza ni de densidad. Es evidente que no será lo mismo tratar zonas pobladas, como cejas o barba, que aquellas en las que el vello es más fino y menos abundante.
En líneas generales podemos establecer que cuando la melanina en el pelo es más alta y en la piel más baja la acción del láser resulta más efectiva. En cambio, un mayor grosor del pelo unido a estas circunstancias permitirá utilizar mayores potencias y pulsos más largos. Así, un tratamiento medio para eliminar el vello puede durar entre 5 y 8 sesiones. Ponte en contacto con nosotros y solicita un estudio personal.
Para lograr una depilación láser con los mejores resultados es muy importante seguir las recomendaciones de nuestro especialista. Bien sea en la depilación en zona íntima como en cualquier otra zona. Es fundamental mantener la piel hidratada, lo que nos ayudará a evitar posibles irritaciones en una próxima sesión. También se debe controlar el uso de cremas, lociones u otros productos antes de recibir el láser; y, por supuesto, evitar la exposición del sol.
Aunque hablamos de resultados con una durabilidad permanente, debemos tener en cuenta que hay cambios en nuestro cuerpo. Estos cambios pueden favorecer la reactivación de los folículos pilosos. Procesos como el embarazo y la menopausia, o la presencia de niveles excesivos de testosterona en los hombres o andrógenos en las mujeres.
Tras la finalización del tratamiento, los resultados son visibles. Tendremos una piel mucho más tersa y suave porque con la desaparición del vello disminuye el tamaño de los poros, y por los efectos del láser que por sí sólo constituye un increíble activador del colágeno y de la elastina, perfectos aliados para mejorar el aspecto, la textura y elasticidad de nuestra piel.
No caben dudas. La depilación láser en sus diversas variantes nos abre un mundo de comodidad y bienestar al permitirnos eliminar casi en su totalidad el vello corporal de manera permanente.
En Corporación Capilar tenemos los mejores tratamientos de láser, acude a nuestra clínica en Madrid, Barcelona o Sevilla.
MADRID Goya 7 - Nº Reg. Sanitario: CS15283
BARCELONA Pº Gracia 44 - Nº Reg. Sanitario: E08746991
SEVILLA Av. Constitución 40 - Nº Reg. Sanitario: NICA 32272
Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 27/12/2022
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Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 01/02/2023