Los masajes capilares comparten con los clásicos de la fisioterapia la búsqueda de un alivio corporal a través de los movimientos y de las presiones que se realizan con las manos sobre zonas concretas.
Las similitudes entre todos estos masajes radican en que se produce una relajación en los músculos que igualmente va a resultar beneficiosa para los huesos. Sin embargo, en el tipo de masajes que vamos a analizar, aunque se agradezca el bienestar que propicia, destacamos la finalidad estética.
El objetivo principal es detener el avance de la calvicie, ya que ayudan a dilatar los vasos sanguíneos mejorando la circulación del cuero cabelludo. Vamos a profundizar en cómo podemos aprovechar su potencial.
El objetivo principal es detener el avance de la calvicie, ya que ayudan a dilatar los vasos sanguíneos mejorando la circulación del cuero cabelludo. Vamos a profundizar en cómo podemos aprovechar su potencial.
Además de ser relajantes aportan beneficios muy saludable, no solo para el cuero cabelludo, si no también para el resto del cuerpo. Las suaves presiones en distintas áreas de la cabeza servirán para posibilitar una mayor activación de la irrigación sanguínea. La circulación de la sangre fluirá de una manera más rápida y saludable.
Hemos de tener en cuenta que los folículos pilosos requieren para su funcionamiento en unas condiciones óptimas una mínima oxigenación. Dicha oxigenación dependerá de la presencia de este elemento en la sangre.
En este sentido, cuanta más sangre llegue al folículo piloso, más sano se encontrará este.
Se trata de unas técnicas que, sobre todo, pretenden crear las condiciones idóneas para prevenir los síntomas visibles de la alopecia, en este caso, en la alopecia androgenética. Este tipo de calvicie tiene un origen hereditario, puesto que se transmite entre generaciones de la misma familia.
No obstante, que se herede por parte de los descendientes no significa que quienes tengan esa carga genética deban resignarse a quedarse calvos.
Y es que, si a una persona le han diagnosticado alopecia androgenética, ha de saber que dispone de suficientes métodos para contener y retrasar todo lo posible la caída del cabello. Los masajes capilares son recomendables combinarlos con otros tratamientos contra la calvicie, como la mesoterapia o la bioestimulación capilar. Contribuyen a potenciar los resultados como una manera de preparar y hacer más receptiva la zona a tratar incrementando el efecto terapéutico.
Antes de abordar qué tratamientos capilares pueden ser complementarios a estos masajes, debemos asegurar que facilitan el buen uso de los productos de uso tópico que se emplean para mejorar la salud general del cuero cabelludo.
Este inconveniente se produce por las acumulaciones de sebo. Por tanto, si se retiran todos esos desechos grasientos, las fuentes de nutrición del cabello que se utilicen como complementos de los masajes tendrán una recepción óptima por parte de los folículos pilosos, lo que beneficiará al crecimiento saludable del cabello.
Aparte de los beneficios señalados de los masajes capilares, existen otros efectos positivos que resultan igualmente útiles para la salud en general.
Nos referimos, en líneas generales, a los relacionados con la consecución de estados de relajación. Facilitarán la liberación del estrés acumulado a lo largo del día, preparando al cuerpo para un reparador descanso nocturno. Esto, en última instancia, favorece la salud de nuestro cabello.
Algunos dolores comunes y frecuentes, como el de cabeza, serán mitigados por la calma que proporcionan dichos masajes. La sensación de bienestar que sentiremos aumentará nuestra calidad de vida. Y es que, en general, nuestro estado de ánimo la agradecerá.
Estas son las distintas clases de masajes capilares existentes:
Fricción
Con lentitud, suavidad y de manera uniforme, se llevan a cabo circularmente o en vaivén, en un único sentido.
Frotación
Deslizamos las palmas de las manos o yemas de los dedos y comprimimos la piel mientras realizamos espirales o círculos.
Percusión
Consiste en administrar rápidos y breves golpes con las palmas de las manos colocadas en forma cóncava o mediante las yemas de los dedos.
Presión
En este caso, se trata de comprimir un área determinada a través de las palmas de las manos, con las manos cerradas o recurriendo a las yemas de los dedos.
Vibración
Con las palmas de las manos o las yemas de los dedos ejercemos sobre la piel una suave presión que genera una vibración.
En primer lugar, conviene señalar que podemos procurarnos a nosotros mismos este tipo de masajes empleando para ello nuestras propias manos. Pero, sin duda, van a resultar más relajantes si nos los administra otra persona, especialmente si se trata de alguien con experiencia en esta clase de técnicas.
La única contraindicación a valorar es la de las personas que tengan un problema de grasa en el cabello. Si toquetean demasiado su pelo, pueden agravar la presencia de sebo en su cuero cabelludo, lo que va a resultar perjudicial para el desarrollo saludable de los folículos pilosos.
Por lo que respecta a cómo se realizan los masajes capilares, interesa prestar atención a las siguientes indicaciones.
1ª fase
Consiste en la relajación del cuero cabelludo mediante la aplicación de los dedos de las manos (los pulgares no se han de tocar) en posiciones opuestas por detrás de la cabeza. Moveremos el cuero cabelludo tanto hacia abajo como hacia arriba. Repetiremos estos movimientos, con un intervalo de diez segundos, entre veinte y diez veces.
2ª fase
Es el momento en el que van a ser empleados los aceites esenciales (como los de lavanda, romero o tomillo), que contienen principios activos muy beneficiosos para nuestra piel.
Estos productos tienen dos finalidades básicas: conseguir la mayor fluidez posible de la irrigación sanguínea y aumentar la humedad propia de los cabellos secos. Añadiremos dos o tres gotas de ellos.
3ª fase
Finalmente, una vez realizados estos preliminares, comienza el masaje propiamente dicho. Este se administra sin aplicar las uñas, puesto que podrían dañar el cabello. Con las puntas de los dedos, extendemos y contraemos los dedos dos o tres veces en cada una de las zonas del cuero cabelludo.
De manera suave y lenta, nuestros dedos deberán describir alrededor de todo el cuero cabelludo movimientos circulares. Esta clase de masaje ha de durar tres minutos, pero recordamos que podemos repetirlo tantas veces como necesitemos.
Aunque pueden ser combinados con más tratamientos contra la calvicie, compatibilizar los masajes capilares con la aplicación del láser de baja intensidad constituye una eficaz alternativa para que una adecuada circulación sanguínea estimule la producción de cabello en los folículos pilosos.
El uso de este láser se enmarca en un tipo de tratamiento poco invasivo. Además, sus resultados son bastante rápidos, ya que podremos comenzar a apreciar los efectos positivos en el crecimiento del pelo al cabo de entre tres y cinco sesiones del tratamiento.
A su vez, la aplicación de este láser favorece la creación de colágeno, que es una sustancia fundamental para que nuestra piel cuente con la elasticidad suficiente. El láser de baja potencia es proyectado sobre el cuero cabelludo mediante un instrumento periférico. Este tratamiento anticaída resulta especialmente indicado para combatir la alopecia androgenética.
En definitiva, si recibimos masajes capilares de calidad la salud de nuestro cuero cabelludo lo agradecerá.
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Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 27/12/2022
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