Aunque se crea que la calvicie es algo que solo afecta a los hombres, lo cierto es que las mujeres también pueden padecerla. Estudios realizados al respecto aseguran que cuatro de cada diez la sufrirá en algún momento de su vida, fundamentalmente tras la menopausia. Se trata de un porcentaje muy elevado. La denominada alopecia androgénica femenina es un tema en el que conviene profundizar para conocer al detalle en qué consiste y qué la provoca.
A continuación se abordan estas cuestiones de forma más amplia para disponer de una perspectiva global. Este texto reúne toda la información que necesitan conocer las mujeres que padecen el problema. Aquí tienes los tipos de alopecia femenina.
Conocemos con esta denominación un tipo concreto de alopecia que se encuentra ligada a los trastornos hormonales. Los expertos manifiestan que acostumbra a traducirse en un aumento de los niveles de andrógenos o, lo que es lo mismo, hormonas masculinas.
Cambios en la mujer, como los que atraviesa durante el embarazo o la menopausia, favorecen de manera clara su aparición. Pero no son los únicos. Hay casos en los que esta tiene lugar como consecuencia de factores hereditarios o de otro tipo.
Sea como fuere, la alopecia androgénica femenina es un problema que afectará, como mínimo, a un 25 % de las mujeres, con los efectos que ello puede generar. Ya sabemos que a la pérdida de cabello se unen otras consecuencias: ese es el caso de una baja autoestima y depresión.
La pérdida de densidad del pelo es la primera evidencia, junto a su caída. Para realizar el correspondiente diagnóstico es preciso recurrir a las pruebas que lleve a cabo un especialista en la materia como Corporación Capilar, clínica de depilación láser e injerto capilar). Este puede realizar tanto una exploración clínica como un análisis empleando un microscopio digital.
La alopecia androgénica que padece buen número de mujeres se divide en 4 tipos diferentes. Se basan en los distintos patrones que detallamos en los siguientes puntos.
La caída de pelo se concentra en la parte superior de la cabeza, de ahí su nombre. Dicha caída tiene lugar de forma homogénea, y comienza a apreciarse cuando esta zona clarea y puede verse el cuero cabelludo.
Las mujeres que la presentan suelen ser mayormente adultas mayores de 40 años. El porcentaje se incrementa entre quienes han pasado la menopausia, aunque también es cierto que puede presentarse a edades más tempranas.
Es aquel inicio de calvicie que tiene su inicio en la parte alta de la cabeza, haciéndose visible en el caso de los peinados con raya. Esta aparece más pronunciada en la parte cercana a la frente, donde más visible es el cuero cabelludo, y continúa, de más a menos, hasta la coronilla. Reproduce la forma de un abeto, cuya base es más ancha que la copa.
¿A qué edad aparece? En la franja que va de los 20 a los 30 años, y si no se pone freno lo antes posible, se incrementará con el paso del tiempo.
Esta alopecia femenina sigue el mismo patrón que la que padecen, por lo general, los varones. Los primeros signos se sitúan tanto en las entradas como en la coronilla, que se incrementan de manera considerable con el paso del tiempo.
Este patrón de calvicie es más habitual en las mujeres que han pasado la menopausia, pero también en las que presenten unos mayores niveles hormonales de andrógenos por distintas circunstancias.
Responde al nombre de DUPA (acrónimo de Diffuse UnPatterned Alopecia) y se caracteriza, como podemos deducir, por una caída capilar heterogénea. Se aprecia de manera generalizada desde su inicio y así continúa en fases más avanzadas, sin que exista una zona particularmente más afectada que las demás.
Son las mujeres jóvenes, con edades que oscilan entre los 20 y los 30 años, las más propensas a padecerla. Por suerte, puede ponérsele freno.
Los andrógenos u hormonas masculinas son los responsables de que se produzca este tipo de alopecia. El cabello se vuelve más y más fino hasta que acaba por desaparecer a causa de lo que conocemos como miniaturización folicular. El tratamiento es vital para que frenemos el proceso que acaba convirtiendo el pelo en vello, así como para revertirlo.
Esta situación puede producirse durante momentos en los que el cuerpo de la mujer sufre una transformación. Se trataría fundamentalmente de dos: el embarazo y la menopausia. No hay que obviar otros desencadenantes, como los genéticos o la falta de vitaminas y de hierro. Otras causas son los tumores renales, los ovarios poliquísticos, una anorexia nerviosa o no cuidar el pelo debidamente.
La llegada de la menopausia se traduce en un incremento en las posibilidades de sufrir la alopecia androgénica. Por lo tanto, sería aproximadamente al pasar los 50 años cuando se diera el punto de mayor riesgo. Sin embargo, su aparición puede adelantarse, dependiendo de qué tipo sea, a los 40, a los 30 y hasta a los 20 años.
Existe un amplio abanico de tratamientos. Desde los fármacos antiandrógenos al minodixil tópico, pasando por mesoterapias con factores de crecimiento plaquetario y el implante autólogo de cabello. Cada uno de ellos se liga a una problemática concreta, por lo que debe ser un profesional el que, tras el correspondiente estudio, determine el idóneo.
En definitiva, una detección temprana de la alopecia androgénica femenina es clave. Debemos ponernos en manos de un especialista para recurrir cuanto antes a un tratamiento y poner freno a su avance. ¡Contacta con nosotros y te ayudaremos! Te recordamos que tenemos clínicas de injerto capilar en Madrid, Barcelona y Sevilla.
MADRID Goya 7 - Nº Reg. Sanitario: CS15283
BARCELONA Pº Gracia 44 - Nº Reg. Sanitario: E08746991
SEVILLA Av. Constitución 40 - Nº Reg. Sanitario: NICA 32272
Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 27/12/2022
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Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 01/02/2023