Un buen diagnóstico capilar es fundamental para erradicar los problemas capilares y los factores que puedan estar ocasionándolos. Es el principal recurso con el que cuentan los profesionales para conocer las condiciones y necesidades específicas del cuero cabelludo y el pelo. Es un paso imprescindible para determinar con exactitud el tipo de tratamiento necesario y asegurar así los mejores resultados.
Este procedimiento diagnóstico es un proceso dinámico que tiene su base en la interacción con el paciente y en el estudio minucioso de sus características capilares. Es un paso fundamental para detectar cualquier problema capilar y, así, determinar los productos de cuidado más adecuados y el tratamiento más beneficioso acorde a nuestra tipología capilar.
Para la realización del diagnóstico capilar es muy importante respetar el orden de los pasos de un procedimiento de este tipo. Es lo que nos asegura la identificación del problema y la consecución de un método eficaz para su eliminarlo o mejorarlo.
Generalmente, el inicio de un diagnóstico se inicia en la visita del paciente a la consulta de un experto. Es el punto de partida para hacer una exploración visual minuciosa del cuero cabello y todo el cabello. A partir de aquí, se podrá realizar un prediagnóstico mediante la clasificación de las anomalías encontradas.
Uno de los pilares para la identificación de un problema capilar es la observación. Con el soporte tecnológico necesario, se realiza un estudio capilar detallado de toda la estructura del cabello del paciente, desde el cuero cabelludo hasta las puntas.
Su mayor efectividad se obtiene al combinarse con la realización de una serie de preguntas al paciente, a través de las cuales, el especialista podrá conocer algunos elementos clave, así como posibles causas y origen.
Con el estudio visual, podrá determinar el estado del cuero cabelludo, la densidad capilar, la exposición de vasos capilares, el grosor del cabello y el estado de los poros y de la cutícula capilar.
La observación generalmente se realiza en dos niveles: una superficial por observación directa y otra más profunda con la ayuda de equipamiento técnico de diagnóstico.
Con la observación primaria se pueden observar anomalías expresas como la caspa, la grasa excesiva, roturas y la caída o pérdida de cabello. Las causas de estos procesos las podremos encontrar con la observación más minuciosa o exhaustiva, que descubrirá procesos descamativos, seborrea, alopecia o anomalías del tallo capilar.
A través de la observación directa podemos observar y explorar el tallo capilar. Esto nos ayuda a determinar el estado de la cutícula del cabello, comprobando si está lubricado y flexible y si mantiene sus propiedades de elasticidad y resistencia.
Esta primera exploración es la que nos permite hacer una clasificación general del cabello de acuerdo a su naturaleza (fino, grueso, rizado u ondulado), estado (brilloso, mate, tratado) y emulsión epicutánea (seco o graso).
Es generalmente la detección de alguna alteración la que nos lleva a realizar una segunda observación más detallada o exhaustiva que nos permita determinar el grado o importancia de esta. Para ello se utilizan instrumentos como la lupa, la microcámara, el microvisor y la lámpara de Wood, entre otros.
El diálogo con el paciente es otro de los pilares del diagnóstico capilar. Es la vía fundamental para obtener toda la información que complementa los elementos detectados durante la observación. Para ello, hay preguntas claves para obtener la información como son:
También es importante indagar sobre la rutina diaria del paciente: a qué temperatura usa el agua cuando se lava el cabello, los productos que utiliza e, incluso, la frecuencia con la que se cepilla el pelo. Las respuestas a estas cuestiones darán detalles sobre los hábitos de higiene del paciente, sus costumbres e incluso los aspectos físicos que pueden estar afectando el normal desarrollo de su cabello.
Además de una excesiva manipulación del cabello o los productos cosméticos que utilizamos, hay diversos factores que influyen en el desarrollo o caída del cabello. Aspectos físicos como los trastornos hormonales (tiroides, estrógenos), una dieta inadecuada, el consumo de drogas, algunas enfermedades y tratamientos médicos o elementos genéticos influyen en el estado de nuestro cabello. El estrés físico y el emocional son otros de los factores que más afectan a nuestro desarrollo capilar.
Por supuesto, la edad y la genética son elementos de gran importancia. Entre los 20 y 30 años de edad, contamos con unos 600 folículos capilares por cm2, que pasan a ser unos 485 cuando llegamos a los 50.
Muchas personas no asocian la mala alimentación con la salud de nuestro cabello. Sin embargo, la raíz de nuestro pelo se alimenta de manera constante y por tanto necesita nutrientes. Es por ello que debemos optar por una dieta equilibrada que aporte alimentos y vitaminas a nuestro cabello.
Otros elementos que debemos considerar son la exposición al secador, la toalla, las planchas o la utilización de productos con un alto contenido químico que puede llegar a ser agresivo con nuestra estructura capilar.
Además, el cabello es una parte externa de nuestro organismo y como tal, el entorno es otro de los elementos que puede afectarlo. La luz solar, la sal y el agua clorada pueden provocar algunos daños serios a la estructura capilar. Un ambiente húmedo abre los poros y las cutículas, quedando expuestas a los elementos nocivos.
Otro aspecto importante son los distintos tratamientos o procesos a los que exponemos nuestro pelo. La coloración, decoloración o permanentes penetran en la cutícula modificando su corteza interna, lo que puede provocar daños graves. También influyen los tipos de peinados, como las colas y los recogidos.
Durante el diagnóstico capilar se pueden detectar diversos problemas y decidir el método más adecuado de acuerdo a las características capilares y personales de los pacientes. Es muy común encontrar problemas de oleosidad, descamación, sensibilidad capilar, caspa, una pérdida de densidad o la caída y pérdida de cabello.
Todo esto, junto con los elementos aportados a través de la comunicación con el paciente, formará la vía para determinar la raíz del problema y la manera de erradicarlo.
En Corporación Capilar, encontrarás una gran variedad de tratamientos focalizados en los distintos problemas capilares. Contamos con la última tecnología y aplicamos las técnicas más novedosas con la experiencia y profesionalidad de nuestro personal.
En nuestros centros, ofrecemos una amplia gama de tratamientos dirigidos a combatir la caída del cabello, ya se trate de un problema temporal o una anomalía provocada por factores hormonales y genéticos.
Además, brindamos soluciones innovadoras y eficaces para solucionar la calvicie y la alopecia. A través de una valoración personalizada y gratuita en la que realizamos un exhaustivo diagnóstico capilar, te daremos la solución más acorde a las características de tu cabello.
Las soluciones personalizadas para problemas capilares comunes son las credenciales de nuestro éxito.
Problemas tan comunes como el cabello fino o sin volumen muchas veces tienen una causa bastante común, como son los tratamientos cosméticos permanentes, el excesivo uso de lacas, tintes o los estragos por el sol y el cloro de la piscina.
En Corporación Capilar, nos esforzamos por dar una respuesta a estos problemas con tratamientos de vanguardia. Ofrecemos soluciones reales y de éxito para solucionar la caída o pérdida de cabello.
Una solución novedosa, rápida y no invasiva es la mesoterapia capilar HairFiller, basada en microinyecciones realizadas en el cuero cabelludo, a través de las cuales se introducen componentes que reemplazan las vitaminas, minerales y nutrientes que el cuerpo pierde progresivamente.
Somos pioneros en la utilización del Láser Luce LDE para la regeneración del cabello. Además, tratamientos como la ozonoterapia o el regenerador de diatermia ofrecen interesantes resultados a través de la estimulación del metabolismo de las células y los tejidos. Otro de nuestros tratamientos revolucionarios es el Reactivador DLM, que es un masaje linfático capilar que potencia el crecimiento del cabello.
La mesoterapia capilar anticaída sin agujas ofrece una terapia regenerativa que nutre el cuero cabelludo, fortifica los folículos, detiene la caída del cabello, acelera su crecimiento y, algo muy especial, ralentiza la aparición de canas.
Es un tratamiento capilar altamente recomendado para combatir la pérdida de cabello androgenética, la alopecia difusa y areata, el exceso de grasa y para detener el exceso de canas. Para apaciguar los efectos visuales de la calvicie puedes optar por la micropigmentación capilar, que es una técnica con mucho éxito.
Otras técnicas como la alta frecuencia, el uso de vapor, la succión del exceso de sebo y desechos celulares de los poros, los rayos infrarrojos o la bioestimulación nos convierten en una empresa líder en la regeneración capilar en España.
No lo dudes más. Acércate a nuestros centros y obtendrás una solución personalizada para tus problemas capilares. A través de un diagnóstico capilar gratuito podremos determinar los factores que los provocan y ofrecerte el tratamiento más idóneo de acuerdo a tus características morfológicas, tu estilo de vida y tu tipo de cabello. Tenemos clínica de injerto capilar en Madrid, clínica de injerto capilar en Sevilla y clínica de injerto en Barcelona, te proporcionaremos la mejor ayuda para tu tratamiento capilar.
MADRID Goya 7 - Nº Reg. Sanitario: CS15283
BARCELONA Pº Gracia 44 - Nº Reg. Sanitario: E08746991
SEVILLA Av. Constitución 40 - Nº Reg. Sanitario: NICA 32272
Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 27/12/2022
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Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 01/02/2023