José Bono, Presidente del Congreso de los Diputados, se ha sometido recientemente a una operación de microinjerto capilar. Los medios de comunicación han resaltado esta noticia, iniciando así un debate en torno a la cuestión.
Las estadísticas indican que más de la mitad de los hombres sufre problemas de caída del cabello, pero muchos se niegan a dejar al descubierto su cabeza. El trasplante capilar es una solución definitiva para solucionar la calvicie. Esta técnica cuenta cada vez con más seguidores.

El microinjerto lleva realizándose desde hace más de 3 décadas. Con el tiempo ha dejado de ser una intervención exclusiva de los personajes famosos, para empezar a utilizarse de forma global en la sociedad. Y no sólo hacen uso de ella los hombres; también las mujeres se han convertido en público objetivo de esta solución estética.
El procedimiento es el mismo en todos los casos: primero se extrae una tira de piel y pelo de unos 25 centímetros de largo por 2 de ancho de la región occipital. Después se separa en microinjertos de dos a tres cabellos, y por último, se implantan en la zona donde el cabello ha desaparecido. Se suelen implantar entre 5.000 y 6.000 cabellos, una cantidad suficiente para cubrir la calvicie. La cirugía se lleva a cabo bajo anestesia local y su duración es de unas cinco horas.
El postoperatorio del microinjerto incluye un tratamiento con antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios. Los resultados son visibles a los seis meses. La ventaja que presenta es que el pelo implantado no se cae nunca, puesto que procede de una zona en la que genéticamente no se produce la calvicie. El precio del trasplante capilar oscila entre los 5.000 y los 6.000 euros.