Los aparatos de depilación láser son una maquinaria frágil y de alto coste, que requiere unos cuidados y un mantenimiento correctos para preservar su eficacia. Para entender mejor estas afirmaciones, es preciso conocer los elementos que forman un sistema láser y saber cómo se articulan para su funcionamiento.
Los equipos láser constan de una cavidad, por regla general con forma cilíndrica, donde reside la sustancia láser. Otros componentes son: Una fuente de energía, como una lámpara de flash; algún refrigerante, un modulador para controlar la intensidad del rayo que se emite y una serie de espejos que reflejan el haz de luz y lo modulan. Uno de estos espejos suele ser completamente reflectante para la longitud de onda del láser y el otro parcialmente transmisor.
Cuando se ha formado la luz láser, una parte de la misma sale de la cavidad por medio del espejo transmisor. Su forma es de haz de luz o de rayo láser. Lo más habitual es la utilización de fibroscopios, que conducen la luz y la enfocan en el objetivo. La mayoría de los láseres son invisibles al ojo humano, pero incorporan haces de luz visibles que sirven de guía.
El láser se activa cuando es excitado por alguna fuente de energía, como la corriente eléctrica. En ese momento, libera parte de la energía que ha adquirido en forma de fotones; es lo que se conoce como emulsión espontánea. Los fotones que se liberan pueden repetir el proceso, interactuando con otros electrones similares, que a su vez son excitados.
La intensidad de la energía que se consigue se puede amplificar cuando los fotones se reflejan en dos espejos paralelos colocados en el dispositivo. El resultado final es la producción de un haz de fotones, con la misma intensidad y características físicas, y que equivale a una cantidad de energía superior a la utilizada para estimular la emisión inicial.
El láser es algo así como una maravilla. Y es lo lógico que, a estas alturas del siglo XXI -en el que el láser se usa para todo y se va a usar para más-, los españoles tengan claro lo que es. Porque va a hacer cien años -exactamente ocurrió en 1916- desde que a Einstein se le ocurriera inventar un artefacto que iba a cambiar los designios de la humanidad: el dispositivo láser.
Lo que inventó exactamente fue un dispositivo para amplificar el haz de luz de una bombilla a intensidades hasta entonces inimaginables. Este descubrimiento venía a consumar las exigencias de un fenómeno que él mismo descubrió y bautizó, más ó menos, como “fenómeno de la emisión estimulada de un haz de luz que antes estaba sin estimular”, y que constituiría el fundamento y la base tecnológica para fabricar estos aparatos con los que eliminamos el vello para siempre.
El principio consistía en estimular, en excitar – en poner nerviosa- una onda de luz entre dos espejos -uno opaco y otro traslúcido-, conseguir que se moviera entre los dos, de uno a otro, hasta que acabara saliendo por el translucido con una intensidad increíblemente mayor y con unas propiedades insospechadas que se irían concretando poco a poco.
Las primeras experiencias a partir de los espejitos culminaron, en 1953, con el hallazgo del “máser” -con m- que conseguía un haz de luz con “sólo” la mitad de las moléculas excitadas.
Si Einstein se hubiera tenido que depilar, sin duda, hubiera utilizado su láser.
A partir de este año, y viendo que con la mitad de las moléculas estimuladas no conseguían lo que el maestro había considerado la panacea, los científicos empezaron a investigar un nuevo método, pero esta vez a partir de la luz visible, cuyo origen primero siguiera siendo la misma luz de una bombilla. Y por fin, y ya con la tecnología de los 60 en adelante, consiguieron el denominado “máser óptico” que tras muchas discusiones concluyeron en llamar “láser”, iniciales de lo que habían conseguido: la Light amplification by the stimulated emission of radiation,es decir, la amplificación de la luz de una bombilla utilizando la emisión estimulada de su misma radiación.
Lo que Einstein quería y, sin ninguna duda, lo que habría utilizado si hubiera tenido que recurrir a la depilación.
En Corporación Capilar contamos con los equipos más avanzados en nuestras clínicas de depilación láser en Madrid (Depilación láser Madrid), Barcelona (Depilación láser Barcelona) y Sevilla (Depilación láser Sevilla).
Fuente: Agencias y Medios Especializados
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Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 27/12/2022
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